La enseñanza de la arquitectura en la segunda década de la postguerra. La aportación de los "pioneros"

  1. Asenjo Álvarez, Felipe
Libro:
I Congreso Pioneros de la Arquitectura Moderna Española: Vigencia de su pensamiento y obra: Actas digitales de las Comunicaciones aceptadas al Congreso.
  1. Couceiro Núñez, Teresa (coord.)

Editorial: Fundación Alejandro de la Sota

ISBN: 978-84-697-0296-3

Año de publicación: 2014

Páginas: 70-78

Congreso: Congreso Pioneros de la Arquitectura Moderna Española (1. 2014. Madrid)

Tipo: Aportación congreso

Resumen

En la segunda década después de finalizada la guerra, los estudios en la Escuela de Madrid continuaban divididos en dos ciclos: el preparatorio, y el especial orientado a materias específicas de arquitectura. El ingreso se realizaba fuera, en la Facultad de Ciencias, con materias no siempre adaptadas a los estudios del futuro estudiante de arquitectura y al ejercicio profesional. Al frente de la Escuela de Madrid, se encontraba Modesto López Otero, que lo hizo desde antes del inicio de la Guerra Civil (1923-1941 y nuevamente 1952-55). Entre los profesores más destacados figuraron Pedro Muguruza y Luis Moya Blanco; representantes y defensores de una “arquitectura nacional”, por lo que la división entre el profesorado y estudiantes fue inevitable. Emilio Canosa sustituyó a Modesto López Otero al frente de la dirección de la Escuela entre 1941 y 1952, y se incorporaron a la enseñanza, jóvenes egresados como Javier Sáenz de Oiza, y posteriormente Francisco Cabrero, Rafael Aburto, Alejandro de la Sota y José Luis Fernández del Amo; esto, junto con el incremento en la entrada de material publicado del exterior1, permitió un cambio en la formación de las nuevas generaciones, coincidiendo con que estos mismos, comenzaban a ejecutar una arquitectura de otro carácter, que servía como referencia a los estudiantes, paliando de algún modo las carencias en la educación que recibían. Tanto esta nueva arquitectura, como la situación de la enseñanza de la arquitectura en España, se refiere de manera continuada en los artículos que aparecen en estos años, en publicaciones como la Revista Nacional de Arquitectura o el Boletín de la Dirección General de Arquitectura; constituyendo un interesante testimonio, imprescindible para conocer como “los pioneros”, además de ser claves en la superación de la situación introspectiva que vivía la arquitectura española, contribuyeron a la formación de la nueva generación con el ejemplo, materializado en la obra que comenzaron a construir en la segunda década tras la contienda, y colaborando a su divulgación en las modestas publicaciones mencionadas. La idea de que los jóvenes arquitectos se formaban, más y mejor, a través de publicaciones o de los ejemplos de obra construida por los recién egresados, que por la enseñanza que recibían de las escuelas, fue defendida por ejemplo, en “Puntos de vista sobre la situación de los arquitectos jóvenes en España”2, que se publicó junto con otros artículos que exponen la situación de los jóvenes arquitectos, en el 192 de RNA; mantenían que cuando las corrientes renovadoras comenzaron a imponerse los profesores se habían visto superados por los estudiantes, creyendo fundamental, que los estudiantes pudieran contar presencialmente con maestros expertos, a los que pudieran respetar por sus obras realizadas. A falta de un programa de profesores visitantes, esta labor la realizaron aquellos arquitectos que titulados posteriormente a la Guerra, emprendieron un camino distinto y sirvieron como ejemplo para varias generaciones. Palabras clave: Escuela, Arquitectura, RNA, BDGA.