Pandemia COVID-19. ¿Qué hemos aprendido en este tiempo?

  1. Cristina Calvo
  2. Alfredo Tagarro
  3. Ana Méndez Echevarría
  4. Belén Fernández Colomer
  5. María Rosa Albañil Ballesteros
  6. Quique Bassat
  7. Maria José Mellado Peña
Revista:
Anales de Pediatría: Publicación Oficial de la Asociación Española de Pediatría ( AEP )

ISSN: 1695-4033 1696-4608

Año de publicación: 2021

Volumen: 95

Número: 5

Páginas: 382-382

Tipo: Artículo

DOI: 10.1016/J.ANPEDI.2021.09.006 DIALNET GOOGLE SCHOLAR lock_openAcceso abierto editor

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Resumen

Desde que en marzo de 2020 se declarara la pandemia COVID-19 hemos aprendido muchas cosas del coronavirus SARS-CoV-2, y de su papel en la enfermedad pediátrica. Los niños se infectan en un porcentaje bastante similar a los adultos, si bien en la mayoría de las ocasiones sufren cuadros leves o asintomáticos. Alrededor de un 1% de infectados precisan hospitalización, menos de un 0,02% precisan cuidados intensivos, y la mortalidad es muy baja y generalmente en niños con comorbilidades. Los cuadros clínicos más habituales son infecciones respiratorias de vías altas o bajas, cuadros gastrointestinales y con mayor gravedad el síndrome inflamatorio multisistémico (MIS-C). La mayoría de los episodios no precisan tratamiento, salvo el MIS-C. El remdesivir se ha empleado generalmente como tratamiento compasivo y aún está por definir su papel. El recién nacido puede infectarse, si bien la transmisión vertical es muy baja (< 1%), y se ha demostrado que el bebé puede cohabitar de manera segura con su madre y recibir lactancia materna. En general las infecciones neonatales han sido leves. La atención primaria ha soportado una parte muy importante del manejo de la pandemia en pediatría. Se han producido numerosos daños colaterales derivados de la dificultad de acceso a la asistencia y del aislamiento que han sufrido los niños. La salud mental de la población pediátrica se ha visto seriamente afectada. A pesar de que se ha demostrado que la escolarización no ha supuesto un incremento de los contagios, sino más bien todo lo contrario. Es fundamental seguir manteniendo las medidas de seguridad que permitan hacer de las escuelas un lugar seguro, tan necesario no solo para la educación infantil, sino para su salud en general.