Control social y redes socialesNuevos escenarios y nuevos delincuentes
- Victor Renobell Santarem
- Montserrat López Melero
Publisher: Universitat Rovira i Virgili ; Associació Catalana de Sociologia ; Institut d'Estudis Catalans
ISBN: 978-84-8424-611-4
Year of publication: 2017
Pages: 142
Congress: Congrés Català de Joves sociòlegs /sociòlogues (5. 2017. Tarragona)
Type: Conference paper
Abstract
Cada día vemos nuevos delitos que utilizan las redes sociales para manifestarse. Desde ciberbullying a delitos de robos de identidad, difamaciones o delitos contra la privacidad. La red es el nuevo espacio del delito. Pero ¿han generado las redes sociales un nuevo perfil de delincuente? y ¿se han modificado las conductas de control social formal e informal en entornos digitales? En la sociedad española está cada vez más acostumbrada a ver y escuchar noticias sobre delitos que utilizan la red como mecanismo de realización. En esta investigación se han analizado los delitos y las sentencias que tenemos en la judicatura española. Veremos como la interpretación del espacio digital genera conflicto entre la realidad social, la realidad virtual y la realidad jurídica. Y observamos como el perfil del delincuente en redes sociales dista mucho de la imagen social que se tiene de él. Como señalan varios estudios (Castells, 2010 y 2016; Waters y Ackerman, 2011; Almansa y Fonseca, 2013; Garcia y Lopez de Ayala, 2013; Casado, Oberst, y Carbonell, 2015; Prieto, 2015; Chamorro y Bertran, 2016) las redes sociales son un nuevo espacio para delinquir. Los elementos formales e informales del control social adquieren una nueva dimensión en las redes sociales. Se han analizado las sentencias actuales en materia de delitos en redes sociales, así como las informaciones actuales sobre procesos no judicializados entre junio de 2014 y diciembre de 2016. El control social formal e informal que genera la red está modificando conductas y generando nuevos delincuentes. En delitos como la suplantación de identidad o delitos contra la privacidad observamos que el delincuente ya no es un experto en el mundo digital, un informático o un hacker, sino que el nuevo delincuente puede ser cualquiera que utilice las redes y manifieste un comportamiento delictivo por motivos personales.