Efectos de un protocolo combinado de entrenamiento interválico de alta intensidad (hiit) y small-sided games (ssg) en jugadores de semi-élite de baloncesto

  1. Grimal Tejero, Yara
Dirigida por:
  1. Alberto Lorenzo Calvo Director/a
  2. Jorge Lorenzo Calvo Codirector/a

Universidad de defensa: Universidad Politécnica de Madrid

Fecha de defensa: 01 de julio de 2019

Tribunal:
  1. Sergio José Ibáñez Godoy Presidente/a
  2. Ana Concepción Jiménez Sánchez Secretario/a
  3. Ignacio Refoyo Román Vocal
  4. Rafael Manuel Navarro Barragán Vocal
  5. Sergio Lorenzo Jiménez Saiz Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

La presente tesis ha consistido en el desarrollo de una intervención con la inclusión de un programa de entrenamiento, de 6 semanas de duración, en un grupo de jugadores de baloncesto (N=22, 18,1±1,26 años de edad, 187,05±8,42 cm de estatura, 79,82±9,99 kg de peso y 7,82±4,02 años de experiencia), y comprobar sus efectos en el rendimiento de sus capacidades físicas. Para ello se plantearon varios objetivos, como evaluar el efecto de un programa regular combinado dentro de una misma sesión de entrenamiento interválico de alta intensidad (HIIT) , en el que se incluyen cambios de dirección (COD) y juegos reducidos (SSG) realizado al comienzo de la pretemporada en el estado físico de los jugadores de baloncesto, comparándolo con un entrenamiento tradicional llevado a cabo por un grupo control, y así conocer si este programa supone un estímulo eficaz para alcanzar los niveles de exigencia física propias de la competición. Los objetivos de la presente investigación se fundamentan en varios aspectos: 1. Debido a la naturaleza altamente intermitente del baloncesto, los jugadores necesitan una buena capacidad aeróbica, que es vital para las recuperaciones entre esfuerzos de alta intensidad y en las etapas finales del juego. Del mismo modo, también se ha descrito que la capacidad de repetición de esfuerzos a alta intensidad es un aspecto determinante en el rendimiento deportivo, y va ligada a un buen consumo máximo de oxígeno relativo (VO₂máx). 2. Son conocidos y muchos los estudios que promueven la inclusión de trabajos de HIIT dentro de las planificaciones en los deportes de equipo; entre otros motivos por el control estricto de su intensidad de trabajo de manera individualizada. Además, con la introducción de cambios de dirección se consiguen aumentar la especificad en los entrenamientos, y aumentar las adaptaciones producidas con esta metodología de entrenamiento. 3. También es conocido que un entrenamiento a través de SSG mejora y estimula los patrones y movimientos específicos del juego, al mismo tiempo que los jugadores consiguen obtener mejoras en el sistema aeróbico. 4. A través de ambos protocolos se suelen conseguir incrementos en las capacidades físicas, principalmente en el VO₂máx (pero no siempre ocurre tras todas las intervenciones); aunque existe gran controversia en los resultados de mejora de la capacidad de repetición de sprints (RSA). 5. Son aún muy escasas las investigaciones realizadas en este ámbito en el mundo del baloncesto, y actualmente tras la búsqueda en bases de datos especializadas, no se han encontrado publicaciones que haya combinado estas dos metodologías (HIIT y SSG) en la misma sesión. En consecuencia, este trabajo comienza con el marco conceptual, donde se exponen y analizan las características físicas y fisiológicas del baloncesto de competición, es decir la actividad competitiva, pasando por los valores de frecuencia cardíaca registradas en competición y las capacidades físicas más relevantes en los jugadores (capacidad aeróbica y anaeróbica, la fuerza y la resistencia explosiva, haciendo hincapié en la repetición de saltos y sprints). Posteriormente, se pasa a describir los trabajos que han analizado la competición a través de video-análisis (Time-motion), para obtener información relevante como la distancia recorrida, la cantidad de acciones o la intensidad del juego en cada momento. Finalmente, en este apartado, se procede a realizar un análisis de las diversas metodologías en entrenamiento, centrándose en aquellas que incorporan movimientos específicos y habilidades técnico-tácticas, como RSA, HIIT y SSG, profundizando especialmente en estas dos últimas metodologías ya que son las específicas del objeto de estudio. Seguidamente, se exponen y fundamentan los objetivos antes mencionados, para llegar a formular las siguientes dos hipótesis a responder: a) un programa combinado de entrenamiento a través de HIIT con COD y SSG en jugadores de baloncesto a lo largo de la misma sesión, será un estímulo suficiente y podría mejorar más los niveles de condición física que a través de los entrenamientos habituales realizados por el grupo control; y b) que los efectos de un programa combinado de entrenamiento a través de HIIT con COD y SSG en jugadores de baloncesto a lo largo de la misma sesión, será un estímulo suficiente y podría mejorar más los niveles de condición física que los descritos por investigaciones que utilizan exclusivamente una de las dos metodologías o que las combinan en sesiones alternas, consiguiendo mejoras significativas en la capacidad de repetición de sprints, capacidad de salto vertical y la resistencia intermitente. Una vez expuestos los objetivos y las hipótesis establecidas, se procede a explicar el diseño de la investigación, así como la metodología utilizada. La presente investigación consistió en un trabajo cuantitativo y quasi-experimental con tomas pre-post. Para su desarrollo, se contó con dos equipos de baloncesto que competían a nivel nacional, uno actuó como grupo control (GC) (N=11, 18,55±1,04 años de edad, 191,09±9,80 cm de estatura y 81,68±10,52 kg de peso), y el otro como grupo experimental (GE) (N=11, 17,91±1,58 años de edad, 183±4,88 cm de estatura y 77,95±10,07 kg de peso), todos teniendo que superar unos criterios de inclusión, entre otros haber presentado el consentimiento informado firmado. Fue diseñado un protocolo de entrenamiento combinado de HIIT y SSG, de 6 semanas de duración, con 2 entrenamientos a la semana separados al menos con 48 horas. La semana anterior al comienzo del protocolo y la semana posterior a su finalización se aplicó una batería de test para comprobar los cambios experimentados tras la intervención y comparar las diferencias entre ambos grupos. Durante las intervenciones se registraron 3 parámetros: frecuencia cardíaca (FC), rango de esfuerzo percibido (RPE) y un cuestionario de fatiga rellenado a la mañana siguiente del entrenamiento. Las variables registradas a través de los test físicos, para comparar los cambios pre-post, fueron recogidas de 3 pruebas realizadas en dos días. Primero se realizó un test de salto vertical, a través del salto en contramovimiento (CMJ), obteniendo la altura y la velocidad del salto, y a continuación una prueba de RSA (10 sprints de 30 metros con un COD de 180º a los 15 metros, y con un descanso entre repeticiones de 30 segundos) anotando el mejor tiempo (BT), el tiempo total (TT) y el porcentaje de decremento (PD) de la prueba. El segundo día se llevó a cabo el 30-15 Intermittent Fitness Test, un test incremental, donde fue registrada la velocidad final alcanzada en el test (VIFT) (que luego servirá para el control de la intensidad de los entrenamientos de HIIT) y el VO₂máx estimado de cada jugador. Durante 6 semanas en el GE se implantaron 2 entrenamientos semanales añadidos a sus entrenamientos habituales, que consistían en un protocolo de HIIT (1 o 2 series de 7-9 minutos, en el que corrían durante 15 segundos al 90-95% de su VIFT y 15 segundos descansaban, y con 5 minutos de descanso pasivo entre series) con 1 o 2 cambios de dirección de 180º. Y, a continuación, dentro de la misma sesión llevaban a cabo un protocolo de SSG (1-4 series de 4-6 minutos de 2vs2 o 3vs3 en media pista o pista completa). A largo de toda la sesión se controlaba su frecuencia cardíaca (FC) y al final del entrenamiento su rango de esfuerzo percibido (RPE). El análisis de los datos consistió en el cálculo de los estadísticos descriptivos para todas las variables, y tras contrastar la hipótesis de no normalidad de cada una de los datos, y con el fin de comprobar las diferencias significativas entre el pre-test y el post-test, se utilizó la prueba no paramétrica de Wilcoxon para muestras relacionadas, con un intervalo de confianza del 95% (p ≤ 0,05). Posteriormente fue calculada la prueba Delta de Cliff (d) para conocer el tamaño del efecto. Los principales resultados obtenidos han sido: a) la FC media de todo el protocolo fue de 177,70±12,93 ppm (90,58% FCmáx), consiguiendo valores superiores en HIIT (185,10±8,18 ppm; 94,35% FCmáx), en comparación con los SSG (170,31±17,69 ppm; 86,81% FCmáx), y un RPE medio a lo largo de las 6 semanas de 7,41±0,87 u.a.; b) El GC únicamente consiguió una mejora significativa en una de las variables, en la altura del CMJ (4,32%); mientras que el GE en todas (VIFT: 8,31%; VO₂máx: 6,07%; Altura CMJ: 7%; Velocidad CMJ: 3,05%; BT: -4,71%; TT: -4,49%), menos en el porcentaje de decremento en el RSA. Finalmente, en el capítulo de la discusión, se analizan y comparan los resultados obtenidos con las distintas investigaciones y publicaciones realizadas en este ámbito. Las principales conclusiones obtenidas son que se han obtenido mejoras significativas en 6 de los 7 parámetros, y éstas (función cardiorrespiratoria, CMJ y RSA) son en su gran mayoría superiores a las adaptaciones producidas por otros protocolos basados en una de las metodologías (HIIT o SSG) en jugadores de baloncesto, pero también en otras disciplinas deportivas. Que, además, estos cambios han sido superiores en todos los casos a las adaptaciones conseguidas por el grupo control, habiendo este equipo sólo conseguido una mejora signigicativa en la altura alcanzada en el CMJ. Así mismo, se ha corroborado que un trabajo combinado de ambas metodologías dentro de la misma sesión obtiene mejores resultados en los parámetros analizados que combinándolas en sesiones alternas. Y que gracias a la combinación de los dos métodos dentro de la misma sesión se han conseguido FC medias elevadas, y semejantes o incluso superiores a las de otros estudios que los han trabajado de manera individual, siendo así un estímulo suficiente para producir las diversas mejoras, y provocar unas demandas fisiológicas superiores a las habituales de una competición oficial. Por todo ello, se han visto aceptadas las hipótesis propuestas para la presente tesis doctoral, y se aboga por la introducción de este tipo de entrenamientos combinados dentro de las planificaciones de los jugadores de baloncesto. Se finaliza la presente tesis doctoral proponiendo nuevas y futuras líneas de investigación que permitan profundizar en el conocimiento y efecto de este tipo de metodologías de entrenamiento en los deportes colectivos. Del mismo modo, también se plantean algunas aplicaciones prácticas extraídas del desarrollo de esta investigación, y que puedan ser aplicadas por los preparadores físicos en su desarrollo profesional.