Obras públicas, evolución y paisaje costero. De la situación en España al gigantismo asiático

Resumen

Esta investigación es una introspección del ser humano en el mundo, una reflexión sobre la naturaleza, las construcciones y el paisaje. Es la manifestación del hombre, su presencia en el territorio y su vivencia, por eso construir es un “arte”. El medio natural es salvaje, dinámico, simbólico, tan lento en su evolución como dramático en sus cambios por catástrofes y desastres. La humanidad está presente en el planeta con un sentido: construir y “estar en el mundo”. Su acción, a través de las obras de ingeniería civil y arquitectura, y la expansión de las ciudades, es una huella, cicatriz o agresión que modifica el entorno. Sin embargo, el paisaje solo aparece si existe civilización. Esta relación ha pasado por cuatro etapas: sumisión, adaptación, conquista y respeto. Así es como aparece el concepto de paisaje natural, paisaje construido, paisaje destruido, y en un futuro, el “paisaje reconstruido”. Sobre ellos existen los niveles de percepción y las componentes estéticas y subjetivas, perspectivas sobre el paisaje que trata esta tesis doctoral, descartando los aspectos legales y de gestión. Para concretar la investigación, se repasan distintos casos donde se observan aspectos como la conquista (grandes rellenos portuarios, edificios singulares subiendo por escaleras hasta el cielo, grandes puentes) y el respeto (destacando en la obra marítima el espaldón de los diques de abrigo en su camino hacia la estética empleando el hormigón armado, jugando con la esbeltez y armonizando la forma). Finalmente, se resume el estudio con una megápolis como Sydney donde se sintetiza el paisaje natural, destruido y construido. Se observa una diferencia entre la situación en Europa o España y en Asia, concretamente en China o el Golfo Pérsico. Mientras aquí los recursos económicos limitados y la legislación ambiental no suelen permitir grandes realizaciones que destruyan reiteradamente el paisaje; en China, desde principios de este siglo, su gran desarrollo en infraestructuras debido al cambio del centro de gravedad del desarrollo económico mundial ha provocado la conquista del mar (puertos, rellenos e islas artificiales), la atmósfera (rascacielos) los valles (puentes y presas) y las montañas (túneles), lo que se llama en esta Tesis “gigantismo”. El tiempo dirá si este ritmo de construcción y de desarrollo puede ser sostenible medioambiental y económicamente. De momento solo se puede analizar la situación y reflexionar sobre el impacto de las obras públicas en el paisaje y el espíritu que lo impregna transformando en sueño el medio físico hasta dotarlo de sentimiento.