Estudio de los efectos de un programa de ejercicio físico en el entorno laboral sobre la salud de los trabajadores

Resumen

El ser humano ha evolucionado a lo largo de millones de años hacia un organismo más complejo que ha eliminado notablemente la actividad física (AF) como uno de los estímulos fundamentales para su desarrollo. Durante el siglo XX hasta la actualidad, los estilos de vida modernos han dado pie al desarrollo de enfermedades hipocinéticas y el incremento de la obesidad en proporciones epidémicas, lo que demuestra una clara evidencia entre nuestra forma de vida y los requerimientos físicos. Una de las posibles intervenciones, de tipo no farmacológico, para disminuir o retrasar la prevalencia de enfermedades es la AF y el ejercicio, como una estrategia que disminuye la morbilidad y aumenta la calidad de vida (CV). Desde el punto de vista corporativo, centrando nuestro objetivo, uno de los principales problemas con los que se encuentran las personas en su jornada laboral es el tiempo que pueden dedicar a otras actividades en jornadas de horarios partidos o aprovechando el inicio o final de la jornada laboral. Ofrecer la posibilidad de seguir un programa de ejercicio saludable en unas instalaciones destinadas a ese fin dentro de su centro de trabajo hoy en día es un hecho, una realidad, un camino para incrementar y mejorar la salud. Por lo tanto, es necesario acompañar acciones de este tipo con una correcta estrategia de planificación y programación del ejercicio para mantener una adherencia a través de un seguimiento personalizado, con una prescripción personalizada, ya que la relación-causa efecto y dosis-respuesta es fundamental. Frente a estas posibilidades y desde la perspectiva empresarial, el presente trabajo viene a demostrar los efectos de una intervención con un programa estructurado de ejercicio, destinado a mejorar los hábitos de vida y en consecuencia su salud, sobre la población laboral de una gran empresa. El objetivo general ha sido evaluar el impacto positivo de la promoción de AF y el desarrollo de un programa de ejercicio físico en el ámbito laboral sobre diversos aspectos de la salud de los trabajadores. Se trata de un estudio longitudinal con un programa de ejercicio de 12 meses de duración en el que se han obtenido resultados sobre marcadores de salud tradicionales y de factores de riesgo cardiovascular (FRCV) como: colesterol total (CT), triglicéridos (TG), glucemia basal en plasma venoso (GBP), índice de masa corporal (IMC), presión arterial (PA), índice cintura-cadera (ICC), circunferencia de cintura (CC), calidad de vida (CV), niveles de AF, y consumo de oxígeno máximo (VO2máx). En el primer estudio se compararon las mediciones de AF en un grupo de 59 trabajadores (n=41 mujeres y n=18 hombres) obtenidas mediante un método directo, el acelerómetro ‘MyWellness Key’(Technogym, Gambettola, Italy), y un sistema indirecto, cuestionario ‘IPAQ-L’ (International Physical Activity Questionnaire, Long Version), y se comprobó la relación entre ambas estimaciones mediante el coeficiente de correlaciones bivariadas de Pearson y el coeficiente de correlación intraclase (CCI), estableciéndose un nivel de significación p<0.05. Los resultados de los valores de A.F. semanal estimados por acelerometría mediante ‘MyWellness Key’ y los determinados por el cuestionario IPAQ-L se correlacionaron positivamente en todo el grupo de manera significativa en los niveles de A.F. vigorosa (r = 0.93; CCI = 0.757; p<0.01), y de A.F. moderada (r = 0.91; CCI = 0.951; p<0.01). El principal objetivo del segundo estudio fue determinar los efectos del programa sobre la percepción de la CV sobre 281 trabajadores (n=185 mujeres y n=96 hombres) mediante el cuestionario SF-36, resultando en efectos significativos en los ítems de función social (t10=2.63; p<0.05) y función física (t10=3.46; p<0.05) en el grupo de entrenamiento de 3 días por semana, mientras que en el grupo de entrenamiento libre se encontraron mejoras significativas en los indicadores de función social (t13=2.82; p<0.05) del cuestionario SF-36. En el tercer estudio se investigaron los efectos del programa sobre los FRCV relacionados con el estilo de vida, y sobre los niveles de AF y capacidad física en 295 empleados de la misma empresa (n=191 mujeres y n=104 hombres). Los resultados muestran diferencias significativas entre grupos en los niveles de GBP, CT, TG, CC, PA sistólica y también en el ICC (p<0.05), siempre a favor de los grupos de intervención relativos al grupo control. Los niveles de AF incrementaron en cuanto a AF total y a la AF vigorosa en los grupos de 3 días por semana y en el grupo de entrenamiento libre. También se encontraron diferencias significativas en una gran disminución del comportamiento sedentario en el grupo de entrenamiento de 3 días por semana (p<0.05). El consumo de oxígeno también incrementó considerablemente en el grupo de 3 días por semana (p<0.05), y en el grupo de entrenamiento libre (p<0.05). A partir de estos resultados que apoyan y confirman la evidencia científica actual, puede concluirse que esta intervención con ejercicio físico en el entorno laboral es un medio efectivo para conseguir mejoras significativas en cuanto a los niveles de AF, reduciendo así las consecuencias tan negativas que tiene una vida sedentaria en la salud de los trabajadores. Un programa de estas características puede ser también muy útil para reducir el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, ya que demuestra que aquellas personas que realizan suficiente ejercicio físico gozan de una mejor salud con respecto a aquellas que no lo realizan. Es importante destacar que la frecuencia de la práctica juega un papel muy relevante en el impacto de los efectos positivos del ejercicio, obteniéndose mejores resultados entre aquellos participantes de los grupos de entrenamiento de 3 días por semana y los de entrenamiento libre.