Harvest Moon Pavilion

  1. Pablo Saiz Sánchez
Revista:
On diseño

ISSN: 1695-2308

Año de publicación: 2018

Número: 380-381

Tipo: Artículo

Otras publicaciones en: On diseño

Resumen

Valoración del Jurado: La instalación parte de la observación y puesta en valor, por un lado, del interés paisajístico de la actividad agrícola en los campos de trigo extremeños, y por otro, de la relación de esta con los fenómenos astronómicos. El contraste entre la imagen exterior —que versiona el característico apilamiento de pacas de paja— y el interior —blanco y abstracto— crea un conjunto poético para la observación del paisaje circundante y rinde un especial homenaje a su posición en relación con los astros. Intervenir en un paisaje como el de La Nave Va, en Berrocalejo, constituye un atractivo por múltiples condiciones. Por un lado, la belleza de los campos de trigo, el paisaje característico de las mesetas centrales españolas, ese paisaje vacío e inmenso, cambiante con las estaciones, tan lleno de calma. Por otro lado, la potencia de las intervenciones artísticas espontáneas llevadas a cabo de manera inconsciente y tremendamente pragmática por los agricultores al apilar las pacas de paja, fruto de la cosecha del cereal. A través de nuestros ojos, esas intervenciones en el paisaje crean por sÍ mismas un efecto estético propio del “Land Art”. El Harvest Moon Pavilion pretende ser un lugar desde el cual interpretar y sentir el paisaje circundante, un lugar de meditación, celebración y observación. Un espacio que, protegido de la inclemencia del tiempo del campo extremeño en verano, permita estar, habitar y percibir. En el paisaje encontramos una preexistencia: una pequeña alberca construida con ladrillo que, sin saber los motivos que lo propiciaron, encara sus lados con precisión a la puesta de sol del día 6 de septiembre, día de la luna de la cosecha. La luna llena sale en el momento de la puesta de sol, por el lugar opuesto a este. El pabellón es un cubo de 5x5x5 metros realizado con balas de paja de gran formato (2,4x1,2x0,7 metros), apiladas del mismo modo que en los campos mediante tractores agrícolas. El interior alberga otro espacio cúbico pintado de blanco de 2,5x2,5x2,5 metros. La elección de los materiales es sencilla y coherente en muchos sentidos: las balas de paja, residuo de las cosechas que se reutilizan como alimento para el ganado como material que pertenece al lugar; madera maciza en perfiles estándar, propios de los entramados americanos que permiten una rápida ejecución sin necesidad de una mano de obra especializada, y tablero de virutas OSB, fruto de la reutilización de residuos de la producción en madera y que comparte con la paja una misma percepción material. Sobre el aljibe existente realizado en fábrica de ladrillo macizo se apoya una plataforma de vigas de madera y tablero OSB que da soporte al cubo interior de entramado de madera y OSB pintado en blanco, que será revestido con las pacas de paja