Estudio de la simetría mandibular en pacientes con mordida cruzada posterior unilateral mediante el análisis de radiografías panorámicas
- P. Beltrí Orta Director/a
- Mónica Miegimolle Herrero Codirector/a
Universidad de defensa: Universidad Europea de Madrid
Fecha de defensa: 16 de julio de 2020
- Olga Cortés Lillo Presidente/a
- Begoña Bartolomé Villar Secretario/a
- Eva María Martínez Pérez Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
La mordida cruzada es la maloclusión en sentido transversal que con mayor frecuencia nos encontramos a edades tempranas. Fue descrita por primera vez en 1962 como la “relación anormal en sentido bucal o lingual de los dientes maxilares y mandibulares cuando ambas arcadas están en oclusión” (Wood, 1962). (1) Su frecuencia varía en población adulta según los diferentes autores entre un 8 y un 22% de la población. (1, 2) La mordida cruzada puede estar causada por la combinación de varios factores, por lo que se considera que es de etiología “multifactorial” entre los que se incluyen: factores genéticos (hipoplasia maxilar, hiperplasia mandibular o síndromes), hábitos (respiración oral, succión anómala…) interferencias oclusales (que pueden producir una desviación mandibular cuando la mandíbula cierra en máxima intercuspidación) o traumatismos entre otros. Estos cambios con el paso del tiempo, podrían llegar a producir alteraciones óseas, musculares y funcionales pudiendo causar posibles asimetrías. Su diagnóstico es principalmente clínico y radiográfico. Son muchos los autores (Larheim y Svanaes, 1986; Habets y cols, 1987; Joondeph, 2000; o Lastert y cols 2006) que afirman que la radiografía panorámica es un método fiable para determinar posibles asimetrías mandibulares ya que nos permite analizar las diversas estructuras de la mandíbula (cóndilo, rama y cuerpo) por separado en los lados derecho e izquierdo. Por lo que coincidiendo con estos autores, el método empleado en nuestro estudio ha sido el análisis de radiografías panorámicas. (1,3,4) Otros autores han determinado el grado de asimetría mediante el uso de telerradiografías (Burstone y Uysal et al) o mediante el uso de radiografía oblicua (Janson et al. Y Melnik ).(5-8) Actualmente la nueva tecnología ha puesto a disposición imágenes 3D que nos permiten clasificar las asimetrías mediante el uso de tomografía computarizada. La hipótesis formulada de nuestro estudio es que las mordidas cruzadas unilaterales pueden producir asimetrías entre las hemimandíbulas a edades tempranas, por tanto consideramos necesario establecer un diagnóstico y tratamiento precoz. El objetivo de este trabajo fue determinar si la mordida cruzada unilateral producía estas asimetrías mandibulares a través del análisis de radiografías panorámicas en las que se compararon ambas hemimandíbulas de pacientes desde la edad infantil hasta la edad adulta. La metología empleada fue el estudio de fotografías extraorales e intraorales que nos permitieron clasificar las radiografías panorámicas en diferentes grupos para su posterior análisis. A continuación se procedió a su medición (se analizaron un total de 402 radiografías panorámicas), midiendo 18 variables en cada una de ellas: 6 variables verticales, 6 horizontales, 4 condilares y 2 angulares mediante el programa Tps- Dig 2. A continuación se estudiaron estadísticamente estos resultados tanto en el total de la muestra como en diferentes subgrupos que clasificamos en función: del estadío de recambio, sexo del paciente, lado de la mordida cruzada y desviación de la línea media. Los resultados, más destacados, que obtuvimos en nuestro estudio son los que se describen a continuación: La longitud mandibular medida desde cóndilo, desde apófisis coronoides y desde gonion a la línea media no se vió afectada por el lado de la mordida cruzada y fue independiente del sexo del paciente, estadío de recambio y desviación de la línea media. En el total de la muestra la altura mandibular a nivel del agujero mentoniano fue mayor en el lado derecho y a nivel del primer molar permanente en el lado izquierdo independientemente del lado de la mordida cruzada. La altura de la rama mandibular, la altura del cóndilo y el ángulo mandibular no se vieron afectados por el lado de la mordida cruzada ni por ninguna de las demás variables, siendo la rama siempre mayor en el lado derecho y el cóndilo y ángulo mandibular en el lado izquierdo. Obteniéndose además unos resultados estadísticamente significativos. Por tanto las diferencias obtenidas entre el lado derecho e izquierdo fueron independientes del lado de la mordida cruzada, por lo que consideramos que ésta no afectó al tamaño mandibular.