Aplicación práctica de las mediciones y evaluaciones de la mejora en pilates

  1. sobrin valbuena, carmen-victoria
Dirigida por:
  1. Marta Montil Jiménez Director/a
  2. Óscar García López Codirector/a

Universidad de defensa: Universidad Europea de Madrid

Fecha de defensa: 31 de marzo de 2017

Tribunal:
  1. Gabriel Rodríguez Romo Presidente/a
  2. Carlos Barbado Villalba Secretario/a
  3. MaríaTeresa García Pastor Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 475556 DIALNET lock_openTESEO editor

Resumen

RESUMEN: Pilates es una actividad que unifica el ejercicio físico con la educación para la salud obteniendo beneficios en la prevención de molestias a nivel muscular y articular, y mejorando tanto la condición física como psíquica. Antes de realizar cualquier medición de la mejora, es importante conocer las características de las personas que acuden a Pilates e identificar sus objetivos, además de obtener una población lo más homogénea posible entre grupos para poder realizar futuras comparaciones entre ellas. Una batería de test adaptada a la evaluación que se quiere, permitirá conocer las mejoras que están aconteciendo durante el desarrollo de su práctica pudiendo beneficiarse con la creación de informes de progresión que permitan mostrar, tanto a profesionales como alumnos, los resultados. El objetivo de nuestro trabajo fue determinar si se observan diferencias en distintos aspectos relacionados con la práctica de Pilates, y cuáles eran los más destacados. Para ello, se evaluaron las mejoras obtenidas en un grupo intervención (GI) (n=71; edad: 40 años), y se compararon con un grupo control (GC) (n=75; edad: 40 años) teniendo en cuenta el análisis de las mejoras a nivel individual. Las principales características antropométricas dieron a conocer el peso (X ̅ 63 Kg) y la talla (X ̅ 161 cm), se analizaron también alturas, pliegues y circunferencias que pudieran ayudar a conocer las dimensiones corporales que presentaban los sujetos de estudio y las posibles limitaciones que podían provocar posibles desigualdades en la comparación por grupos. Se tuvo en cuenta la actividad laboral, el nivel de actividad física y sus antecedentes patológicos indicando valores similares para los dos grupos de participantes, lo que permitió corroborar su homogeneidad. También se propuso controlar el nivel de homogeneidad de las clases a través del análisis de la experiencia de los docentes (media de 4 años con el trabajo de nueve grupos por profesor) y comprobando que tenían formaciones similares sobre el Método. El perfil obtenido de los practicantes ha descrito a personas que acuden por iniciativa propia para probar algo nuevo, por recomendación o por salud. Son constantes (principalmente al inicio del curso) debido a que se sienten mejor, con el hecho diferencial que las mujeres buscan cierto grado de satisfacción mientas que los hombres buscan un logro de objetivos. En su práctica, los alumnos notan una mejora en las molestias y en los síntomas que refieren antes de iniciar Pilates, y no tienen preferencia por ningún ejercicio concreto aunque sí tienen un cierto interés por los entrenamientos que introducen ejercicios de espalda. Se desarrollaron tres grandes bloques de evaluación para conocer las mejoras que puede producir la práctica del Método: En la valoración antropométrica, se detectó una disminución del peso, mejoras en el pliegue tricipital (84,5%), abdomen (78,9%), pantorrilla (74,6%) y muslo (73,30%), y en cuanto a las circunferencias, en la medición del brazo flexionado (83,1%), abdomen (81,7%) y en la cintura (78,9%). Para la valoración osteo-muscular, se realizó una sub-clasificación: Postura: Los practicantes del Método mejoran su postura en un 74,60%, consiguiendo hasta un 85,91% de mejoras tras analizar la ejecución de los ejercicios. Fuerza: Las personas que realizan Pilates han mejorado en todas las pruebas que analizaban la fortaleza en la zona abdomino-lumbar, principalmente para la prueba de estabilización lumbar y el puente. Flexibilidad: Aunque se ha obtenido una mejora para todas las pruebas, es de destacar una máxima puntuación en la prueba Sit&Reach de un 98,59%, seguida de la mejora en la flexibilidad de la articulación de la espalda con una diferencia de hasta 4 centímetros al medir la distancia dedos a suelo (test de Schoober). Rango de movimiento: La mejora más destacable se ha producido en el miembro inferior con mejoras de más de un 85%. Equilibrio: En todas las pruebas se ha obtenido una mejora, siendo la más importante la obtenida para la prueba de los ojos abiertos (91,51%) consiguiendo algunos alumnos mantener una distribución del peso homogénea en ambos pies. En la valoración de la calidad de vida, se ha obtenido las mejores puntuaciones en el análisis de mejoras individuales, destacando el grupo intervención en las pruebas de mejora del dolor de espalda Oswestry (69,89%) y en el cuestionario SF12 (50,70%). Tras realizar un seguimiento de los sujetos estudiados, se detectó que 32 personas del grupo control decidieron iniciar sus clases de Pilates, indicando su interés gracias a los informes de progresión presentados y por querer obtener la mejora que habían obtenido los practicantes de Pilates. Al 91,78% de los participantes les interesó el informe (principalmente cuando se presentaban datos visuales como las mejoras o limitaciones que presentaban sus cuerpos a través de las fotografías). Espontáneamente, algunos participantes presentaron este informe a otros profesionales (56,16%), la mayoría sanitarios, y mostraron un gran interés (100%) por el primer informe, en el que se presentaban solamente los datos objetivos de las mejoras en cada prueba. Los instructores de Pilates que participaron, consideran muy útil el informe, aceptando realizar futuras valoraciones por ellos mismos, por resultarles interesante conocer mejor a sus alumnos.