Potentia Deiensayo sobre la pregunta medieval por la política y las respuestas modernas

  1. Muñoz Pérez, Alonso
Dirigida por:
  1. Dalmacio Negro Pavón Director/a
  2. Armando Zerolo Durán Director/a

Universidad de defensa: Universidad CEU San Pablo

Fecha de defensa: 06 de junio de 2017

Tribunal:
  1. Juan Carlos Domínguez Nafría Presidente/a
  2. Alejandro Medina Bermúdez Secretario/a
  3. Claudia Nasi Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 519977 DIALNET

Resumen

Partiendo de Carl Schmitt, que compara la posición del legislador respecto del orden jurídico con la posición de Dios respecto del orden del mundo, se rescata la distinción medieval entre la Potentia Dei absoluta y la Potentia Dei ordinata (cap. 1). Esta distinción plantea el mundo de posibilidades de decisión frente a un orden de cosas, mostrando por primera vez la contingencia del orden. Empieza a surgir la posibilidad de que la política y el orden humano no sean algo dado. La Edad Media será la era del orden ya no basado (sólo) en el cosmos, sino fundamentalmente en el Derecho: omnipotentia iuris (cap. 2). Pero el mundo de las posibilidades de un Dios omnipotente creador, plantea precisamente el tema de una análoga decisión libre del orden político. Con la llegada de la Reforma (cap.3), se mueven los fundamentos de la civilización y se produce un proceso de moralización del Estado (cap.4), decisivo para explicar la configuración de la respuesta moderna a la pregunta medieval por la política. Esta respuesta se encuentra en crisis: en primer lugar una crisis de la inteligencia (cap. 5) y el surgimiento de una nueva ratio política: la ratio status (cap. 6). A continuación, la crisis de la modernidad protestante pasa al campo antropológico (cap. 7) finalizando en el demográfico (cap. 8). Por ello es necesario ensayar una respuesta moderna católica. Así se señala la necesidad de recuperar la idea de forma (cap. 9), y las posibles condiciones para una doctrina de la forma (eidética) política (cap. 10). Asimismo, se trata de llevar esta idea de forma en el juego platónico entre la ciudad como un gran hombre (macro-anthropos) y el hombre como un foro (interno) (cap.11). Desde un punto de vista material, esta nueva política pasa por una recuperación de un espacio público de discusión (parlamentarismo, cap. 12). También requiere la utilización explícita pero dentro de la analogía entre las ideas teológicas de poder intratrinitario y las ideas mundanas de poder extratrinitario (cap. 13), lo que nos lleva a plantear unas nuevas tesis sobre la potencia (cap. 14). Finalmente, hemos de realizar un necesario juicio histórico: no debe de ser hecho simplemente utilizando el esquema genealógico de la modernidad (cap. 15), pero sí planteando una crítica concreta a la actual situación, particularmente de Estaña desde una perspectiva internacional (cap. 16). Este recorrido muestra que para una adecuada concepción del poder no podemos presuponer ni un esquema racionalista de justicia o Derecho u orden a realizar por Dios, reduciéndolo a mero demiurgo del orden (racionalismo) ni tampoco un esquema voluntarista y constructivista que reduce el mundo a un mero vacío de posibilidades (constructivismo moderno protestante). Por el contrario, la tesis trata de apuntar a que el fundamento del orden del mundo y de la potentia es un fundamento personal, detrás del cual no existe ni siquiera la nada. Por eso para una nueva política moderna es necesario comprender el peso ontológico de que amor y poder son intercambiables: caritas et potentia convertuntur.