Régimen jurídico y financiero de los servicios deportivos municipales en Andalucíapropuestas de mejora.
- Luna Quesada, Cecilio Javier
- Antonio M. López Hernández Director/a
- Francisco Luis López Bustos Director/a
Universidad de defensa: Universidad de Granada
Fecha de defensa: 15 de enero de 2016
- Estanislao Arana García Presidente/a
- Ignacio Jiménez Soto Secretario/a
- María Isabel Brusca Alijarde Vocal
- Nicolás de la Plata Caballero Vocal
- María del Carmen Caba Pérez Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
Los Ayuntamientos constituyen hoy la principal institución pública a la que recurren deportistas, clubes deportivos, asociaciones vecinales, federaciones deportivas y ciudadanos en general para hacer deporte. Prácticamente todas las ciudades y pueblos de nuestro Estado, a partir de una cierta dimensión poblacional, poseen estructuras públicas municipales de apoyo y desarrollo del deporte, especialmente del deporte de base y recreativo. Son los llamados “servicios deportivos municipales”. Tras el restablecimiento de la democracia, los primeros Ayuntamientos democráticos asumieron el nuevo rol que tanto la Constitución como las primeras leyes democráticas les asignaban para la defensa y gestión de los intereses vecinales. Particularmente, en el ámbito deportivo, éstos fueron más allá del mandato constitucional de fomentar la práctica deportiva de los ciudadanos –considerada por el constituyente como un elemento fundamental para mejorar la calidad de vida de la población– y de las competencias que la Ley 13/1980, de 31 de marzo, General de la Cultura Física y el Deporte (en adelante LCFD) les reconoció en 1980 y con posterioridad, en 1985, la Ley 7/1985, de 2 de abril, Reguladora de las Bases del Régimen Local (en adelante LRBRL) que además instituyó, por primera vez en nuestro ordenamiento, el servicio obligatorio de uso de instalaciones deportivas en municipios de más de veinte mil habitantes. La apuesta municipal en pro del deporte fue «total», tanto para promocionar la práctica deportiva entre sus vecinos y vecinas como para apoyar y ayudar, con todos los medios a su alcance, al equipo o equipos «profesionales» más representativos de la ciudad, a los clubes deportivos modestos y a las federaciones deportivas en la organización de competiciones de ámbito autonómico, estatal o internacional. Con la creación de los servicios deportivos municipales hace ya más de treinta años, los Ayuntamientos han conseguido que la valoración social de la práctica deportiva cambie de forma significativa. De ser una actividad, casi marginal, relegada al ámbito escolar y a la competición federada ha pasado a formar parte de la vida de las personas, que la consideran hoy un elemento fundamental para su salud, siendo además muy apreciada por padres y madres, que ven en la práctica deportiva de sus hijos un medio para mejorar su educación en valores, como la disciplina, la constancia, la alimentación saludable o el respeto a las normas. Su capacidad demostrada para crear hábitos favorecedores a la inserción social en las personas con discapacidad o en los jóvenes más desfavorecidos convierte al deporte en un medio muy potente para la integración social. Este cambio se ha producido, en gran medida, gracias a la acción continuada y regular de las Corporaciones locales, que gestionan hoy la mayor red de espacios deportivos del Estado, como lo corrobora el censo nacional de instalaciones deportivas, en el que se constata que más de la mitad de las instalaciones deportivas públicas son de propiedad municipal. Estos se han convertido en los «referentes deportivos locales», dejando atrás el papel circunstancial, y en algún caso inexistente, que habían tenido hasta 1978.