Estudio comparativo entre la descompresión simple y la transposición nerviosa en el tratamiento del síndrome del túnel cubital

  1. Marta de Juan Marín 1
  2. Luís Martín Suárez 1
  3. Marta María Baruque Astruga 2
  4. Irene García Martínez 3
  5. Cristina Sánchez Nuño 1
  6. Ángel Pérez Arias 4
  1. 1 Servicio de Cirugía Plástica y Reconstructiva del Hospital Universitario Central de Asturias
  2. 2 Servicio de Traumatología y Cirugía Ortopédica del Complejo Asistencial Universitario de Palencia
  3. 3 Servicio de Cirugía Plástica y Reconstructiva de la Fundación Hospital de Jove, Asturias
  4. 4 Cirugía Plástica, Estética y Reparadora del Hospital Universitario Central de Asturias
Revista:
Revista iberoamericana de cirugía de la mano

ISSN: 0210-2323

Año de publicación: 2019

Volumen: 47

Número: 1

Páginas: 16-23

Tipo: Artículo

DOI: 10.1055/S-0039-1687899 DIALNET GOOGLE SCHOLAR

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Resumen

Introducción y objetivos El tratamiento quirúrgico del síndrome del túnel cubital es de elección en casos moderados y graves. Existen numerosas técnicas, sin un Gold Estándar definido. En este estudio, comparamos dos de ellas: descompresión sin o con trasposición nerviosa. Material y Método Estudio descriptivo retrospectivo de 67 pacientes intervenidos quirúrgicamente por síndrome del túnel cubital entre enero del 2006 y diciembre del 2016. Los pacientes se clasificaron en dos grupos según la cirugía realizada: descompresión aislada o asociada a trasposición. Se recogieron variables demográficas (edad, género), clínicas (lateralidad y gravedad) y electrofisiológicas (DML, CMAP, MCV, EMG). La variable principal de resultado fue la mejoría o ausencia de ella al año de la intervención. Resultados 67 pacientes se incluyeron en el estudio definitivo, 37 varones (55,2%) y 30 mujeres (44,8%), sin diferencias en la distribución entre los dos grupos en edad, género o lateralidad. Según la clasificación clínica de Dellon, 14 pacientes (20,9%) se correspondieron con el grado I (leve), 24 (35,8%) con el II (moderado) y 29 (43,3%) con el grado III (grave), sin diferencias significativas entre los dos grupos. Los resultados del estudio electrofisiológico también fueron similares en ambos. En el grupo sometido a descompresión in situ, 16 pacientes mejoraron (84,2%, n = 19). A los que se le realizó la trasposición, 39 mejoraron tras la intervención (81,3%, n = 48). Se observa que no existen diferencias en los resultados posquirúrgicos entre los pacientes según la técnica quirúrgica. Tampoco se encuentra una relación entre las variables recogidas y los resultados posquirúrgicos analizados según el tipo de cirugía realizada. Conclusión La descompresión con trasposición no es superior a la descompresión aislada en nuestra muestra. El tiempo quirúrgico y las complicaciones asociadas a la trasposición, parecen más frecuentes, por lo que se recomendaría la descompresión in situ en casos de compresión primaria.