Comorbilidad de la migraña episódica y crónica y los trastornos temporomandibulares

  1. Torrijos Gómez, Gema
Zuzendaria:
  1. Ignacio Ardizone García Zuzendaria
  2. Jesús Porta Etessam Zuzendaria
  3. Mª Luz Cuadrado Pérez Zuzendaria

Defentsa unibertsitatea: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 2019(e)ko azaroa-(a)k 14

Epaimahaia:
  1. Jaime del Río Highsmith Presidentea
  2. Teresa de Jesús Sánchez Sánchez Idazkaria
  3. María del Henar Sastre Álvaro Kidea
  4. Mónica Miegimolle Herrero Kidea
  5. Juan Antonio Pareja Grande Kidea

Mota: Tesia

Laburpena

La migraña y los trastornos temporomandibulares (TTM) son dos síndromes de dolor crónico que comparten características clínicas comunes, como la cefalea intermitente y el dolor facial. Ambas presentan un pico de prevalencia en adultos jóvenes, que afecta preferentemente a mujeres. Comparten, además, factores biopsicosociales, psicológicos y ambientales que implican un procesamiento anormal de los estímulos nociceptivos, favoreciendo la presencia de mecanismos de sensibilización periférica y central. Recientemente se ha considerado a la migraña como factor de riesgo para la aparición de TTM. Por otro lado, la presencia de TTM en pacientes con migraña predice la persistencia y cronicidad de la misma. Esta comorbilidad causa discapacidad física y psicológica en los pacientes, empeorando su calidad de vida. Los objetivos de este trabajo fueron evaluar la prevalencia de TTM en una muestra con migraña y compararla con un grupo control. Analizar si la presencia de TTM difiere entre casos con migraña episódica (ME, menos de 15 días de cefalea al mes) y migraña crónica (MC, mayor o igual a 15 días de cefalea al mes). Comprobar si algún tipo de TTM se asocia con migraña en mayor grado, y estudiar si la comorbilidad entre los TTM y la migraña en su conjunto, y específicamente entre los TTM y la migraña crónica, es independiente de otros posibles factores de confusión (sexo, nivel de estudios, índice de masa corporal, ansiedad y depresión, calidad del sueño). Se llevó a cabo un estudio de casos y controles con 80 pacientes con migraña (13 hombres y 67 mujeres, con edades comprendidas entre los 20-65 años) y 40 controles. El grupo de migraña a su vez se dividió según su patrón episódico (n=40) o crónico (n=40). Se registraron los datos sociodemográficos y clínicos de interés, incluyendo el nivel de estudios y el índice de masa corporal. Se evaluaron además los niveles de ansiedad y depresión y la calidad del sueño. Para analizar la presencia de TTM, se llevó a cabo una exploración del aparato estomatognático de acuerdo con el protocolo establecido por los Criterios diagnósticos para los TTM (CD/TTM). Según nuestros resultados el 78,8% de los pacientes con migraña (n=63) mostraron síntomas de TTM, mientras que sólo el 10% de los controles presentaba TTM (n=4; p < 0,001). Los TTM más comunes fueron los de tipo muscular, que estuvieron presentes en el 42,5% de los pacientes con migraña (n=34) y en el 5% de los controles (n=2). Por otro lado, la presencia de TTM fue significativamente mayor en los casos de MC (95%; n=38) respecto a los de ME (62,5%; n=25) y los controles (10%; n=4; p < 0,001). Los TTM de tipo muscular se presentaron de manera equitativa en los grupos de ME y MC (42,5% en ambos grupos vs 5% en el grupo sin migraña), pero los casos mixtos se dieron con mayor frecuencia en la MC (42,5% vs 15% en ME). En el análisis de regresión logística multivariado ajustado por posibles factores de confusión, los TTM siguieron mostrando una asociación significativa con la presencia de migraña (OR: 32,55; IC 95%: 9,511-111,42; p < 0,001) y con la migraña crónica (OR: 10,81; IC 95%: 2,08-55,95; p < 0,001). Nuestros hallazgos avalan la existencia de una comorbilidad entre la migraña y los TTM, sobre todo en pacientes con migraña crónica. Esta comorbilidad podría deberse a la existencia de una fisiopatología común para ambos síndromes dolorosos, como son los mecanismos de sensibilización periférica y central. La identificación de comorbilidad entre la migraña y los TTM podría ayudar a optimizar el manejo de los pacientes mediante la aplicación de opciones terapéuticas combinadas, con posibles efectos beneficiosos sobre la discapacidad y la calidad de vida.