Estudio de una posible implicación del virus de Epstein-Barr en la esclerosis múltiple
- López Lozano, Lorena
- Roberto Alvarez Lafuente Director/a
- Rafael Arroyo González Director/a
Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid
Fecha de defensa: 25 de noviembre de 2019
- Elpidio Calvo Manuel Presidente/a
- A. Marcos Dolado Secretario/a
- Elena Urcelay García Vocal
- Luis Ignacio Casanova Peño Vocal
- Luisa María Villar Guimerans Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
La Esclerosis Múltiple (EM) es una enfermedad neurodegenerativa inflamatoria crónica que afecta al SNC y provoca desmielinización causando discapacidad progresiva. Se cree que su etiología es multifactorial, estando implicados tanto factores genéticos como son la presencia de determinados alelos del HLA o de ciertos SNPs, como factores ambientales entre los que destacan virus como el de Epstein-Barr (EBV). OBJETIVOS: Analizar la posible asociación de los niveles de anticuerpos IgG anti-EBNA-1 y anti-VCA del EBV con diversos factores demográficos y variables clínicas de pacientes con EM, así como valorar la posible relación de los niveles de dichos anticuerpos en función de los alelos presentes del HLAI,HLA II y de determinados SNPs relacionados con la enfermedad. MATERIAL Y MÉTODOS: Se reclutaron muestras de 325 pacientes con EM del Hospital Clínico San Carlos de Madrid tratados con natalizumab, acetato de glatiramero (AG) o interferón beta (IFN-beta). Se recopilaron muestras durante un periodo de seguimiento de dos años realizando en ellas un análisis serológico de los niveles de las inmunoglobulinas frente al EBV mediante la técnica de ELISA indirecto. También se recopiló la información genética de dichos pacientes en relación con su genotipo HLA-DRB1, HLA-DQA1 y HLA-DQB1, la presencia del subtipo DRB1*1501 y los alelos presentes en 42 SNPs relacionados con la enfermedad en estudios GWAS. RESULTADOS: No se hallaron diferencias significativas en los valores de IgG anti-EBNA-1 ni anti-VCA con respecto a variables demográficas como edad o sexo del paciente, así como tampoco con las variables clínicas MSSS o duración de la enfermedad hasta el inicio del tratamiento. Al considerar la variación de los niveles de IgG anti-EBNA-1 y anti-VCA tras los dos años de seguimiento del estudio, no se observó ninguna asociación con los brotes ocurridos en ese periodo. Por el contrario, se obtuvo una asociación positiva entre los niveles de IgG anti-EBNA-1 tras los dos años de seguimiento y la progresión de la enfermedad en los pacientes tratados con natalizumab (p-valor = 0,043). No se encontraron asociaciones entre la respuesta a cada uno de los tratamientos estudiados y las variaciones de los niveles de IgG anti-EBNA-1 o anti-VCA durante dicho periodo de seguimiento. Entre las variantes alélicas estudiadas del HLA-II, se halló que las combinaciones alélicas DQA1*0102/*0501 y DQB1*0301/*0602 estaban asociadas a valores por encima de la mediana de las IgG anti-EBNA-1 (p= 0,001 y p=0,002 respectivamente). Por el contrario, la combinación alélica DQA1* 0501/*0501 se asoció a valores inferiores a la mediana de dichos niveles de inmunoglobulinas anti-EBNA-1 (p=0,015). No se obtuvo asociación con el subtipo DRB1*15:01 en los pacientes. De los 42 SNPs estudiados se obtuvo una asociación entre la existencia de valores elevados de IgG anti-EBNA-1 y la presencia de los polimorfismos rs11129295, rs12212193 y rs17174870 (p=0,013, p=0,036 y p=0,035 respectivamente). En contraposición, el polimorfismo rs1738074 se asoció a valores más elevados d IgG anti-VCA (p=0,023). La comparación entre pacientes y controles aportó una diferencia significativa con valores más elevados tanto de IgG anti-EBNA-1 como anti-VCA en pacientes respecto a los individuos control. CONCLUSIONES: Los niveles de IgG anti-EBNA-1 y anti-VCA están más elevados en los pacientes que presentan EM que en los individuos sin la enfermedad. Además existen valores más elevados de las IgG anti-EBNA-1 tras el periodo se seguimiento en los pacientes tratados con natalizumab en los que progresa la enfermedad. Los pacientes que presentan determinados alelos del HLA II así como ciertos SNPs concretos presentan valores más o menos elevados que el resto. Todos estos resultados apoyan la posible influencia del EBV sobre la EM y su relación con las características genéticas del individuo.