Diferencias en función del sexo en el pronóstico del infarto agudo de miocardio
- Valero Masa, María Jesús
- F. Fernández Avilés Director/a
- Manuel Martínez-Sellés Director/a
Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid
Fecha de defensa: 05 de marzo de 2018
- Juan Tamargo Menéndez Presidente/a
- Alberto Tejedor Jorge Secretario/a
- José Luis Zamorano Gómez Vocal
- Luis Alonso Pulpón Rivera Vocal
- Javier Segovia Cubero Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
Varios estudios han demostrado que, tras un infarto agudo de miocardio, las mujeres tienen peor pronóstico que los varones tanto a corto como a largo plazo. Sin embargo, no está claro si el sexo femenino es un predictor independiente de mortalidad o si en realidad su relación se trata de otros factores asociados, como diferencias en los factores de riesgo cardiovascular o la mayor edad de presentación. El objetivo de este trabajo es revisar las diferencias en la patología cardiovascular entre hombres y mujeres y analizar la influencia del sexo en el pronóstico del infarto agudo de miocardio, siendo nuestro objetivo primario la mortalidad por cualquier causa a corto y largo plazo. Para llevar a cabo la investigación, se realizó un registro retrospectivo que denominamos DIAMANTE (Descripción del Infarto Agudo de Miocardio: Actuaciones, Novedades, Terapias y Evolución) en el que se incluyeron todos los pacientes fueron mayores de 18 años y diagnosticados de Infarto Agudo de Miocardio con Elevación del ST que fueron ingresados en la Unidad de Cuidados Agudos Cardiológicos del Hospital General Universitario Gregorio Marañón desde Enero de 2010 a Abril de 2015, independientemente del tratamiento recibido. Se excluyeron pacientes con infarto de miocardio evolucionado (más de 24 horas), parada cardiaca extrahospitalaria o intubación extrahospitalaria, así como aquellos en los que la causa no fue obstrucción coronaria o émbolo. Se recogieron variables relacionadas con la evolución durante el ingreso y los eventos durante los 30 días tras el alta, y se realizó seguimiento de los pacientes hasta finalizar el estudio. De los 1111 pacientes incluidos, 258 (23,2%) fueron mujeres. Las mujeres presentaron un perfil de riesgo cardiovascular más elevado, mayor edad (70,1±14,4 añosvs. 62,3±13.4, P < 0,001), mayor prevalencia de factores de riesgo cardiovascular (excepto tabaco), de anemia, mayor tiempo desde el inicio de los síntomas hasta el momento de llegada al hospital (5,2±4,1 horas vs. 4,2±3,7), una graduación en la clasificación de Killip más elevada (1,6±1,1 vs. 1,4±0,8), menos revascularización completa (175 [67,8%] vs. 662 [77,9%]), y mayor mortalidad intrahospitalaria (26 [10,1%] vs. 34 [4,0%]); en todos los casos p < 0.003. En el momento del alta, las mujeres recibieron con menos frecuencia tratamiento con inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (189 [81,1%] vs. 702 [85,8%], p=0,045) y presentaron más complicaciones en el primer mes tras el alta (10,5% vs. 4,5%, p < 0,001), así como mayor mortalidad a largo plazo (hazard ratio 1,6, intervalo de confianza del 95% 1,1-2,2). Sin embargo, tras ajustar por edad, la mayor parte de las diferencias desaparecieron, no siendo el sexo un factor de riesgo independiente de mortalidad a corto (odds ratio 1,71, intervalo de confianza del 95% 0,97-2,99) ni a largo plazo (hazard ratio 1.0, 95% intervalo de confianza 0,7-1,5). En conclusión, en pacientes con Infarto Agudo de Miocardio con Elevación del ST la asociación del género femenino con un peor pronóstico queda explicado por la diferencia de edad. El sexo no es un factor pronóstico independiente en la mortalidad.