Madrid, capital de la odontología

Resumen

La historia de la Odontología española ha tenido un claro centro de ubicación a lo largo de la mayor parte de la historia. Desde que se asentara la capitalidad de España en Madrid, en 1561, con ella se produjo la llegada de la Corte. Al servicio de la realeza se instalaron aquí los más prestigiosos dentistas de cada momento, muchos de ellos autores de obras de referencia. Con la corona borbónica llegaron numerosos profesionales mejor formados, de procedencia preferentemente francesa, que contribuyeron a la mejora de la odontología española. Tras la apertura en Madrid del ¿Colegio Español de Dentistas¿ en 1874, primer centro dedicado a la enseñanza reglada del arte dental, vendría un tiempo de desidia que finalizaría en 1901 con la creación del título de Odontólogo, quedando los estudios incorporados a la Facultad de Medicina de la Universidad Central. Posteriormente se crearía en ésta la Escuela de Odontología, con autonomía propia, único centro oficial de enseñanza odontológica en España. La inmensa mayoría de los dentistas titulados ejercientes en el país debieron previamente pasar por sus aulas y seguir la enseñanza de los profesores madrileños, especialmente significados en las figuras de Florestán Aguilar (dentista de la Casa real española) y de don Bernardino Landete, a su vez con visiones distintas sobre el ejercicio profesional derivado de una enseñanza ¿odontologista¿ o ¿estomatologista¿, respectivamente, que enfrentó a la clase odontológica. Tras la guerra civil española se produjo la depuración de los profesores seguidores de Landete, por su significación republicana, quedando descabezada la docencia en el, único, centro. En 1949 se produjo la creación del título de ¿Estomatólogo¿, transformándose, lógicamente, la Escuela de Odontología en Escuela de Estomatología, siendo asimismo durante la mayor parte del franquismo el único centro docente español, situación que terminó en 1971 con la puesta en funcionamiento de la Escuela de Estomatología de la Universidad de Barcelona, creada en 1966. A partir de esta fecha, la odontología española, después de cuatro siglos, tenía un nuevo centro de referencia del que surgirían numerosos profesionales. Madrid dejaba de ser la capital de la odontología.