La construcción del individuo moderno en dos discursos ejemplaresGiovanni Pico della Mirandola y René Descartes

  1. Esmorís Galán, María Lorena
Dirigée par:
  1. Ana Isabel Rábade Obradó Directeur/trice

Université de défendre: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 18 décembre 2015

Jury:
  1. Mariano Luis Rodríguez González President
  2. Blanca Rodríguez López Secrétaire
  3. María Luisa de la Cámara García Rapporteur
  4. Jorge Pérez de Tudela Rapporteur
  5. Francisco Castilla Urbano Rapporteur

Type: Thèses

Résumé

Esta tesis doctoral aborda la construcción de una imagen ejemplar del individuo moderno entre los siglos XV y XVII. El corpus textual se concentra en dos obras fundamentales en la historia del pensamiento occidental: el Discurso sobre la dignidad del hombre de Giovanni Pico della Mirandola y el Discurso del método de René Descartes. Ambos discursos representan el "espíritu de una época" y proyectan una imagen ejemplar del ser humano. La investigación se inicia con Giovanni Pico della MIrandola y la reescritura del mito del hombre. Así, se analiza cómo fue creado Adán y qué define la nueva hechura adánica, que servirá de fundamento a una forma de ser, liberada de la doctrina del pecado original y de su merma de las capacidades del ser humano. A través de esta reconstrucción mitológica, así como de las modificaciones que se introducen en el relato bíblico, se van decantando algunos de los rasgos más destacables del hombre que está por venir. Entre ellos, se prestará especial atención al desplazamiento que sufre el hombre, en su hiato con el mundo, al erigirlo en contemplador del universo. A continuación, se profundiza en los rasgos definitorios del nuevo Adán hasta desentrañar las consecuencias de la liberación adánica de la scala naturae. Destaca el protagonismo del deseo en la concepción piquiana del hombre hasta pensar a Adán como émulo de Eros. La recién conquistada libertad de elección pone el acento en las diversas posibilidades que se presentan al nuevo hombre; por ello, con Pico cabe seguir el recorrido ideal trazado, así como la censura de aquellas elecciones que supondrían la degeneración en un ser inferior. El florentino insiste en que podemos ser lo que queramos, siempre y cuando vivamos como si fuésemos aquellos que queremos llegar a ser. De ese modo se transita del ámbito de la imitación al de la emulación, con un posible salto final hacia la invención. El recorrido desemboca en las consecuencias que la deseada liberación adánica imprime al ideal de sabio y, por tanto, en un nuevo modo de filosofar. El análisis de diversas estrategias narrativas y expositivas muestra cómo los autores de esta época evitan la censura de la autoridad al tiempo que dinamitan la autoridad de la tradición mediante narraciones personales, historias particulares, experiencias propias. Se inicia así el tránsito hacia la obra de Descartes, de la cual cabe discernir si se trata de una autobiografia, de una novela, de una historia, de una fábula... El protagonismo que cobra la primera persona del singular, que cuenta su vida, sus experiencias, transforma al narrador en figura ejemplar -o antiejemplar- en manos del lector. Esta experiencia personal abunda en la decepción de los estudios recibidos, en la crítica a los saberes heredados, al tiempo que expone nuevos ejemplos para una formación más útil al estudiante. De la mano de Michel de Montaigne se rescata, entonces, la importancia de la puesta a prueba del conocimiento como requisito indispensable, al igual que retoma Descartes, después. También la defensa del testigo directo, presente en la literatura utópica, abre el camino a discursos que hablan de otros mundos, de otros seres, de otras maneras de pensar. Finalmente se introduce la crítica cartesiana del saber recibido, rescatando la importancia de un saber útil para la vida. Se discierne en qué consistirá la promesa de escribir "la historia de su espíritu" y su posible relación con un Clitofonte literario o, tal vez, filosófico. La obra cartesiana fue publicada en una época en al que asomaba el nuevo ideal clasicista, que sancionaba una escritura ajustada a reglas. Por ello, se examina el ambivalente papel de la costumbre y el ejemplo en la vida y en la obra del filósofo, que se define como un hombre franco mientras censura la corrupción de las costumbres. Este desfase, este desencuentro reiterado, desemboca en un momento crucial para la vida de Descartes y para la historia del pensamiento occidental: cuando decida buscar en sí